
Betelgeuse (no confundir con beetlejuice) es además de un astro con un nombre endemoniadamente raro (de origen árabe) un pedazo de estrella que destaca por su enorme tamaño. No nos queda lo que se dice cerca (no está entre las 10 estrellas más cercanas al sol) sino que se encuentra a 650 años luz. Algunos científicos creen probable que esta bomba gigante estalle, convirtiéndose en supernova, cuando nosotros aún andemos por aquí. ¡Una preocupación más para los catastrofistas!
El secreto de su enorme tamaño (la segunda mayor desde nuestro punto de vista) radica en que es una gigante roja en fase terminal. Los astrónomos estiman que su diámetro es, a pesar de las típicas variaciones de tamaño de esta clase de astros, al menos varios cientos de veces más grande que el del sol. Para que os hagáis una idea de lo que esto puede suponer. Si Betelgeuse ocupara el lugar que le corresponde al sol, su superficie alcanzaría la órbita de Saturno. Pero como una imagen vale más que mil palabras, en la imagen siguiente veran un comparativo de tamaños entre varias estrellas.

Pues bien, ahora los astrónomos Xavier Haubois y Guy Perrin del Observatorio de París han estudiado los datos tomados en 2005 por un equipo de telescopios (ya clausurados) que operaban en luz óptica e infrarroja desde Texas, y los han empleado para reconstruir la imagen infrarroja de la estrella masiva. La imagen conseguida (véase primera foto) tiene un gran detalle, y ha revelado que la superficie de esta gigante roja tiene dos manchas brillantes. Estas manchas, al igual que sucede con las de nuestro sol, podrían mostrar la influencia del campo magnético de Betelgeuse sobre su superficie.
El resultado de esta investigación se ha publicado en Astronomy & Astrophysics.
Fuente: Maikelnai's blog
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